Ojalá hagamos de la felicidad una cosa profunda. Ojalá no la confundamos con la estupidez jamás, jamás.


(Angélica Lidell)


jueves, 23 de julio de 2009

¿Y los amigos de toda la vida?
¿Toda la vida?
Los amigos del colegio, por ejemplo, se esparcieron en el tiempo.
Todos. Menos uno, por la dedicación.

Siempre me faltó dedicación. La mentira de la dedicación verdadera. Ni siquiera tuve dedicación para recordar, o para mantener mis verdades. No tuve dedicación para recordar de donde vengo.

Pero me ha sobrado dedicación para tratar de alejarme de mi mismo, del ahora. Me ha sobrado dedicación para alimentar mitos mal curados.

Ahora me dedico a otras cosas.

Como hacer magia.
Como imaginar.
Me dedico a vivir.
Me dedico con fuerza a mí mismo.
Como a pegar pensamientos en la pared.
Ahora, a veces, amanezco.
Me dedico a ver la luz contra un hombro desnudo.

1 comentario:

  1. te de dicas al aquí y ahora, a sentir lo que realmente quiere tu interior y no tu "YO"

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