Ojalá hagamos de la felicidad una cosa profunda. Ojalá no la confundamos con la estupidez jamás, jamás.


(Angélica Lidell)


martes, 10 de marzo de 2009

Y otra vez...

..hablando de teatro. Acabo de venir de la peluquería. Tenía pensado hacer el peinado del metalúrgico de los figurantes con spray rubio, como el que tienen en caracterización. Pero como no lo encontraba y me daba una enoooooorme pereza preguntar a la profesora, decidí liarme la manta a la cabeza y optar por esa idea que me venía rondando desde el principio: decoloración. Muy agresiva, y más para un pelo debil, como el mio. Pues bien, me he destrozado el pelo. Se ha roto todo lo de los laterales y para Helmer voy a tener que hacer el truco de la "cortinilla". jajajaja!!! En realidad me gusta porque es muy punki.
Si yo lo que quiero es rapármelo...que ganas de akabar con los putos compromisos.

Y hoy, como estamos a dos días de estreno, hemos tenido rueda de prensa. Cuando hacíamos ruedas de prensa con Mamadou en el universitario, había menos mentira y menos venta. Eso ha sido lo primero que se ha dicho: que desde el principio quisimos trabajar como una compañía "profesional" asturiana de las que hay. Y eso hemos hecho, la verdad. No porque todos lo kisiéramos así, pero bueno.
Pero lo mejor era escuchar cómo habíamos trabajado todos juntos y poniéndolo todo en el asador. Yo no estoy ahí. Tenía otras cosas de las que preocuparme, fueran o no más importantes. Eso es tan relativo.
Vender vender vender un producto apto para todos los públicos. Escuela de ARTE, ja! Dramático, desde luego.
Vamos, que ha sido una sarta de mentiras muy entretenida y divertida. Yo me lo he pasado muy bien.

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